More Than This 2.21

-            ¡Oh dios! ¡Zayn! –exclamé sin poder creerlo.

-            Contéstame –dijo serio.

-            Le quiero, claro que le quiero, pero no como tú estás pensando. Por dios, ¡es mi mejor amigo! Le quiero como amigo.

-            ¿Sólo?

-            Sí, claro, por supuesto, ¿cómo iba a ser? Fue una equivocación, yo estaba triste, confundida, necesitaba un abrazo, un beso, te necesitaba a ti y no estabas, solo estaba él y yo, no sé por qué –hablaba rápido, nerviosa, y las lágrimas constantes pero lentas que caían de mis ojos no ayudaban.

-          Vale. Para, para, para –dijo volviéndome a acoger en su abrazo.

Mi corazón volvió a los latidos normales por minuto y mi respiración era pesada.

Me sentía tan a gusto ahí, en sus cálidos brazos, sintiendo su respiración lenta y sus pequeñas caricias en mi espalda.

No sé cuánto tiempo pasó. Escuchaba el sonido de sus latidos y sentía su respiración chocar suave en mi cuello cosa que me tranquilizaba.

-          Zayn, mamá dice que bajéis a comer –dijo una aguda voz al otro lado de la puerta.

Nos separamos despacio.

-          Yo me voy –dije. Me miró fijo.

-          Puedes quedarte si quieres –acarició mi mejilla.

-          Lo sé pero no puedo, mi padre estará preocupado –Asintió y salimos de su cuarto.

Abrí la puerta de la entrada saliendo ya pero él me paró haciendo que mirase a sus ojos, aunque esto sólo duró un par de segundos ya que bajé mi mirada.

Alzó su mano para levantar mi cabeza obligándome a mirarle otra vez. Se acercó hasta besar mi mejilla de forma suave. Apreté mis labios aguantando un par de lágrimas que aún se mantenían en mis ojos.

Se separó despacio y sin poder contenerme apoyé mis pequeñas manos sobre sus mejillas y junté nuestros labios. Él respiró hondo apoyando sus manos en mi cintura de forma leve.

Me separé un poco notando como mi corazón latía con fuerza.

 Sin darle tiempo a nada me giré y regresé a casa. Me tiré pesadamente sobre el sillón divisando una nota en la mesita de café.

‘Cariño me ha salido un trabajo de sorpresa y he tenido que ir. Hay comida precocinada en la nevera. Un beso, papá.’

Me estiré un poco dejando que los músculos de mi cuerpo se relajasen un poco. Tomé una manta y me la eché por encima dispuesta a dormir olvidando un poco el mundo, pero me faltaba algo, música. Subí rápidamente y puse uno de mis discos favoritos en el reproductor tirándome ahora sobre la cama mucho más cómoda.

Dejé que los pensamientos corriesen por mi mente mezclándose con la música.

Sentí un golpe sobre mi tripa. Abrí despacio mis ojos viendo como un cojín rebotaba cayendo al suelo. Parpadeé varias veces y dirigí mi mirada a la puerta.

-          ¿Ya se ha despertado la señorita? Buena siesta ¿eh? –dijo la voz de Angela divertida acercándose cada vez más a mi- Joder, un día voy a creer que te han raptado. –Sonreí.

-          ¿Qué hora es? –aclaré mi garganta.

-          Las ocho y diez –dijo tirándose en la cama con la carcasa del disco que estaba sonando por, al menos, cuarta vez.

Abrí mis ojos ampliamente y me levanté de la cama.

-          ¿Algo que contarme? –preguntó sin apartar la vista del CD.

-          ¿Eh?

-          Sí, del viaje y demás, según Liam han pasado varias cosas, y según Zayn más –se rió.- Empieza.

Cogí aire y me dispuse a hablar acabando por fin a las nueve y media.

Después de muchos abrazos, risas y regañinas por su parte decidió que saldríamos a cenar. Solas. Sería una noche de chicas, lo que necesitaba precisamente.

Tarde volvimos a su casa ya que mi padre llegaría más tarde aún. Vimos una película y fuimos a dormir.

Nos despertamos y al medio día volví a casa. Comí en compañía de mi padre y minutos después tenía visita. Harry.

Entro a mi cuarto y se sentó sobre la cama.

-          ¿A qué estás jugando? –preguntó mirándome fijo. Tragué sonoramente.

-          No juego a nada Harry.

-          Consigues confundirme –dijo rápidamente. Bajé mi mirada.

-          Siento lo que pasó el otro día.

-          Mira, eres mi amiga pero estás buena y me atraes, yo soy un tío y si haces eso no voy a quedarme quieto esperando a que termines.

-          Lo sé –dije arrepentida.

-          Sé que estabas mal por bueno, ya sabes –dijo sin querer decir el motivo.

-          Mi madre –le ayudé. Asintió.

-          Pero eso no te da derecho a utilizarme como novio cuando el tuyo no está –suspiré, tenía razón, no podía discutir ante esto.- Es que lo único que consigues es que yo no sepa por dónde ir.

-          Harry, como tú acabas de decir, ‘cuando tu novio no está’, él sigue siendo mi novio, le he explicado todo y vamos a superarlo. No tienes que pensar por dónde ir, sigues teniendo el mismo camino.

-          ¿Ah sí? ¿Y qué pasará cuando él se tenga que ir a Bradford por cualquier cosa y no esté en uno de tus bajones?

-          Por dios Harry –dije levantándome algo incrédula.- Que haya hecho eso una vez no significa que vaya a pasar más veces.

-          Ya –dijo pensativo levantándose.

-          ¿No lo crees así?

-          No, no pienso igual.

-          Explícate –exigí.

-          Creo que necesitas a alguien contigo las veinticuatro horas del día, algo normal por lo que has pasado, y creo que él no te lo puede dar, ni ahora ni nunca.

-          Tú no sabes lo que él me puede dar.

-          ¿No? Vaya, creí que fui yo el que estuve contigo cada vez que te pasaba algo. No recuerdo ningún instante en el que tú dijeses, ‘no importa Harry, Zayn está conmigo’.

-          Eres un estúpido Styles. –Dije algo furiosa.

-          Puede que lo que te acabo de decir te moleste, pero no vas a negarme que no llevo la razón, eso no puedes hacerlo.

Agarró su abrigo y se fue. Él no estaba nervioso ni molesto ni enfadado, él quería dejarme las cosas claras.

Ahí quedé yo, con mi respiración irregular intentando negar todo lo que él había dicho.

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