More Than This 2.23

Harry había conseguido que su madre le dejase la casa así que estaríamos solos. Puso música alta y la gente invitada, que era bastante, ya estaba repartida por toda la casa bailando, bebiendo y manoseándose, a excepción de nosotros quienes nos sentamos en los sofás del salón. Yo me descalcé y me acurruqué un poco en los brazos de Zayn.

Éramos diez en total, nosotros ocho y un par de chicas que Louis y Niall se habían levantado.

-          Juguemos –dijo Harry entrando con una botella de Vodka y unos vasos de chupito. Los colocó sobre la mesa de café

-          ¿A qué? –preguntó Kat.

-          Yo nunca –dijo sonriente.

Todos accedieron rápidamente. Llevábamos ya un par de rondas en las que el alcohol desaparecía a la velocidad de la luz.

-          Yo nunca he olvidado regalar algo por Navidad –dijo Angela acusadora mirando a todos nosotros.

-          Cariño dijimos que lo haríamos en Irlanda –le aclaró Liam dulcemente.

-          Ah –se disculpó ella con su mejor sonrisa escondiéndose un poco sobre mi primo. Todos reímos.

-          Yo nunca he salido de Inglaterra –dijo una de las chicas que Niall y Louis trajeron. Niall bebió y yo le miré extrañada.

-          Rubio, eres irlandés –le dije riendo.

-          Claro, pero Irlanda es de… -comenzó Harry para después callarse. Yo reí más fuerte acompañada de todos los demás.

-          Prosigamos después de este lapsus –dijo Louis.

-          Yo nunca he escuchado antes a Louis decir ‘prosigamos’ o ‘lapsus’ –dijo ahora Harry serio haciendo que no dejásemos de reír.

-          Yo nunca me he besado con una persona de mi mismo sexo –continuó Louis frunciendo el ceño como si se lo estuviese pensando.

Miré a Angela y las dos estallamos en carcajadas al mismo tiempo, los demás nos miraron divertidos y bebimos un par de tragos.

Harry iba a continuar pero alguien se le adelantó.

-          He visto ya muchas películas sobre eso y: yo nunca me he enamorado de mi mejor amigo –dijo la otra chica que Louis y Niall habían traído.

Miré a mi alrededor viendo como nadie excepto Niall bebía provocándome una sonrisa. Todos le preguntaron y él comenzó a explicar la historia.

Noté una mirada fija sobre mí y giré mi cabeza avistando los ojos de Harry. Mi mirada se quedó quieta, esperando alguna reacción por su parte o posiblemente por la mía.

-          ¡Oh! ¡Qué preciosa historia pequeño! –exclamó Louis devolviéndome a la escena.

-          Voy a por otra botella –dijo Harry levantándose.

A penas él había salido por la habitación Zayn me habló.

-          Creo que ya es tarde, ¿quieres que nos vayamos? –susurró en mi oído haciendo que un escalofrío recorriese mi cuerpo. Mordí mi labio inconscientemente con una media sonrisa y me giré a verle.

-          Claro, pero, ¿dónde vamos a dormir?

-          Mi casa está sola.

-          Ah, ¿era una sorpresa? –pregunté agarrando su camisa provocativamente. Miró hacia mis manos y sonrió. Me acerqué a él y capturé sus labios en un suave beso el cual yo quería que fuese a más.

Me levanté de golpe mareándome un poco por el alcohol pero conseguí mantenerme estable.

-          Chicos, nosotros nos vamos ya –dije mientras Zayn se levantaba y agarraba mi mano. Nadie pareció hacer caso.

-          ¿Dónde? –preguntó Liam a nuestro lado.

-          Voy a su casa –el frunció el ceño y yo revoleé mis ojos.

-          Tu padre me dijo que te cuidásemos.

-          Yo lo haré. Tranquilo Liam, apenas he bebido, cuidaré de ella –dijo Zayn soltando mi mano para pasarla por mi cintura.

Liam le sonrió y por fin salimos de aquel ruidoso lugar. Después de unos diez minutos caminando por aquellas heladas calles llegamos a su casa.

Abrió la puerta y una oleada de calor inundó mi cara haciéndome temblar de pies a cabeza. Entré rápidamente y sin quitar mi abrigo froté mis brazos. Zayn me miró y se rió brevemente.

-          No te rías idiota, hace frío –dije haciendo puchero.

-          Ven aquí anda –dijo acercándose y desabrochando mi abrigo. Aún el alcohol corría por mis venas pero en él ya se había esfumado casi por completo.

-          ¿Vas a violarme? –bromeé y él se rió mientras terminaba de quitarme el abrigo.

Yo ahora temblaba aún más. Zayn dejó mi abrigo sobre el sofá y volvió hacia mí. Con gran habilidad se agachó y me cogió haciéndome agarrar a su cuello. Apoyé mi cabeza sobre su hombro por el pequeño mareo que me dio ese brusco movimiento.

-          Puedo andar, no voy tan bebida –dije y él se volvió a reír. Recorría con mi dedo índice su cuello subiendo hasta su mandíbula.

-          Cierto, debería haberte dejado subir las escaleras con esos tacones, hubiese sido cómico –golpeé sin fuerza su pecho y sonrió mirándome.

-          Vamos a caer si no miras por donde andas –le dije dibujando el contorno de sus labios despacio con mis dedos.

-          Voy a hacer algo peor si no dejas de provocarme –dijo lanzando un mordisco fallido hacia mi dedo y yo solté una risilla como si una niña fuese.

Ya en su habitación me dejó sobre la cama sin abrir y yo apoyé una mano en su nuca para acercarle a mí. Encontré sus labios y los empecé a acariciar con ayuda de mi lengua. Él soltó un leve gruñido y se separó de mí como pudo.

-          No –susurré aún en su boca.

-          Estás bebida –dijo él separándose un poco más.

-          Pero… -intenté quejarme. Tomó una camiseta de un cajón y me la dio para que me la pusiera.

Salió de la habitación y yo me quité los tacones y el vestido metiéndome en la cama. Él frío se apoderaba de mí. Me acurruqué sobre aquel mullido colchón arropándome hasta la nariz con la colcha.

Escuché una leve risa entrando al cuarto. Cerró la puerta y se tumbó a mi lado sin camiseta ni pantalones, sólo con sus bóxers. Sonreí mientras él abría el otro lado de la colcha y se arropaba con ella.

Me acerqué a su cuerpo y él me recibió con su abrazo. Sentí varios escalofríos recorrer cada milímetro de mi piel al contacto de su calidez corporal contra mi demasiada baja temperatura.

Me abracé más a él mientras soltaba un suspiro. Él separó su cara de mí mostrando confusión.

-          Sabía que dormirías así, teníamos que estar en igualdad de condiciones –dije besando la comisura de su boca. Sonrió negando con la cabeza.

Apoyé una mano en su torso desnudo notando como se erizaba su piel. Agarró su mano con la mía.

-          Estás helada –dijo.- Deberías ponerte algo más, te puedo dejar unos panta…

Callé sus palabras con un beso. Deslicé mi mano por sus abdominales hacia su costado mientras nuestros labios se movían unos sobre otros. Mi lengua encontró la suya y elevé mi mano hacia su hombro para subir sobre su abdomen.

-          ____ -soltó mi nombre sobre mis labios algo agitado.

Acomodé mis piernas a cada lado de su cintura. Bajé por su mandíbula hasta su cuello dejando besos por todo su contorno mientras acariciaba su cuerpo.

-          Has bebido –dijo él.

-          Y tú –dije mientras saboreaba el sabor de su piel.

-          Pero yo ya estoy bien –se excusó.- No deberíamos…

-          Zayn –le corté mirando a sus ojos- he bebido pero sé lo que hago.

Cogió aire mientras yo despacio me acercaba a su boca otra vez.

-          Qué demonios… -dijo un segundo antes de dejarme volver a saborear su boca.

Se incorporó quedando ahora sentados, yo aún sobre él. Subí ambas manos a través de su desnudo torso hasta su cuello mientras su lengua conocía más mi boca.  Zayn bajó sus manos hasta mi trasero para juntarme más hacia él haciéndome sentir todo su calor bajo mi cuerpo y yo no pude evitar que un gemido saliese de mi garganta.

Con un suave movimiento desabrochó mi sujetador para deshacerse de él sin problemas. Estiré mis brazos alrededor de su cuello juntando todo mi cuerpo al suyo.

-          Esperaba esto desde la última vez –me dijo mientras besaba mi cuello.

-          Eres un impaciente –contesté riendo.

-          Y tú, no podías esperar a mañana –hablaba entre besos, los cuales bajaban despacio sobre mi piel desnuda. Suspiré.

-          Es imposible no quererte en mi cama –acariciaba su pelo. Subió su mirada hasta mi cara para mirar un segundo a mis ojos y soltar una pequeña sonrisa torcida.

-          Estamos en la mía –dijo y besó cortamente mis labios.

-          Pues yo te quiero en la mía –le dije volviéndole a besar- pronto.

-          Luego soy yo el impaciente –dijo divertido.

Tironeé de su labio inferior y con mucha facilidad volteó quedando tumbado encima de mí.

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Os adoro <3