Me acababa de dar cuenta que el libro que había dado a Zayn
estaba lleno de la información sobre las últimas semanas. Toda completamente,
no directamente pero era sencillo de entender.
En ese momento de rabia pensé que lo mejor sería que lo
leyese y se diese cuenta de todo lo que le quería y necesitaba, me había
equivocado.
Él ya me había olvidado y esta no era la mejor forma de
olvidarme yo de él, además lo que había pasado con Jim también estaba recogido
en el libro.
Finalmente parece que lo utilicé como diario aunque nunca
pensé que fuese a escribir uno.
Salí rápidamente de mi casa dirigiéndome hacia la suya
asustada, con suerte no habría llegado a ese punto del libro.
Llamé a la puerta y su madre me abrió.
-
Hola ____, ¡Cuánto tiempo! –dijo invitándome a pasar
con la mano.
-
Hola, ¿está Zayn? –dije andando despacio sin iniciar
una conversación.
-
No, salió antes, parecía llevar prisa –contestó
pensativa.
-
¿Antes? ¿Hace mucho? –pregunté.
-
Hará un cuarto de hora, así que serían las seis o así
–dijo sin quitar la sonrisa de su cara.
-
¿No sabrás donde ha ido?
-
No tengo ni idea, lo siento, si quieres puedes pasar y
esperarle aquí.
-
Muchas gracias pero me urge hablar con él, intentaré
encontrarle –dije ya despidiéndome de ella.
-
Mira en el parque a dos manzanas de aquí, suele ir
mucho –me dijo antes de cerrar la puerta.
Pasé por allí pero no estaba. Decidí dar un par de vueltas
por los alrededores pero no le encontraba.
Al cabo de un rato se me ocurrió mirar en aquel lugar,
atravesando el bosque al lado del río y con esas preciosas vistas.
El sitio en el que por primera vez hablé con él, ese sitio
en el que dijo que le gustaba ir a pensar, quizás estaba allí y si no me
serviría para relajarme.
Llegué después de un rato caminando pero tampoco estaba allí.
¿Dónde se metía?
Me senté en ese lugar en el qué un par de meses antes lo
había hecho, con la diferencia de que ahora hacía mucho más frío y con la
similitud de que estaba preocupada por algo e incluso enfadada.
Escondí mi boca y nariz entre el abrigo, para no respirar
aire tan frío, dejando mi mente en blanco mientras miraba ese precioso lugar.
No había viento, simplemente una fina brisa que era más que
suficiente para helar todos y cada uno de mis huesos aunque en ese momento me
daba igual.
¿Qué pensaría? ¿Qué haría? ¿Le importaría? Me preguntaba
cada vez más repetidamente. Sacaba mis propias conclusiones y la más aceptada
por mi misma fue la de que posiblemente no le gustaría pero al fin y al cabo no
le importaría de verdad, yo ya no era nada suyo, ya no era su novia y tampoco
su amiga, éramos simples conocidos como horas antes le había dicho a mi padre.
Este pensamiento me hizo estremecer. Me preguntaba por qué yo no podría dejar
de quererle si él si había podido hacerlo conmigo.
Saqué mi móvil para mirar la hora y vi que se me había
olvidado ponerme la muñequera. Miré la mano, aún permanecían las marcas de sus
dedos alrededor de la muñeca. Habían pasado de ser moratones rosáceos a ser
unos más oscuros, entre morado y azul, parecía que ya se iba curando poco a
poco.
-
¿Me buscabas?
Me giré de repente guardando mi mano en el bolsillo de la
chaqueta. Estaba ahí, de pie, a unos metros de mí y con el libro en la mano.
-
Quiero el libro. –dije levantándome reclamando el libro
con las manos.
-
¿No querías que lo leyese? –preguntó algo confuso.
-
No.
-
Pues ya lo he hecho.
Me quedé callada sin respirar, se me había olvidado hacerlo.
Esperaba que continuase diciendo algo pero no lo hizo, solo me miraba, cómo ya
había dicho no le importaba.
-
Genial –dije estirando el brazo para coger el libro.
Zayn miró mi muñeca, puso cara de confusión y agarró mi
brazo atrayéndome hacia él. En ese momento me encontraba lo más cerca de él que
había estado en semanas. Sentía su olor, ese perfecto aroma que desprendía y
que esperaba que nunca cambiase. Examinaba mi muñeca y yo sus perfectas
facciones.
-
¿Qué es esto? –dijo sin quitar su mirada de mi marca.
-
¡Has mentido! –dije retirando el brazo rápidamente y
haciendo una mueca de dolor por el tirón que había hecho.
-
Sí, no lo he leído, claro que no lo he hecho –dijo
mirándome ahora a los ojos y muy serio. Se volvió ha acercar ahora más despacio-
¿Quién te ha hecho eso?
-
No te importa –dije aliviándome por saber que no lo
había leído pero aún así demasiado nerviosa.
-
¿No tendrá que ver con ese tal “gilipollas” que dijiste
anoche? –preguntó.
-
No digas tonterías –evitaba el tema.
-
Dímelo –ordenó.
Le miré desafiante y le esquivé empezando a caminar
dejándole atrás.
Esperaba que me siguiese pero sin embargo no lo hizo.
Seguí el camino, que mi mente ya había memorizado, mientras
me congelaba completamente por el ambiente invernal que ya hacía.
Llegué a casa cuando ya estaba anocheciendo.
Abrí la puerta y rápidamente me quité la chaqueta dejando
que el calor de la calefacción me invadiese. Suspiré.
Pretendía llamar a los chicos para saber donde estaban pero
no me apetecía demasiado.
Alguien tocó el timbre y yo me acerqué a la puerta no sin
antes mirar por la mirilla. Era una mujer pero no la reconocía bien.
Abrí.
-
Hola cielo, siento molestarte –era la madre de Zayn
otra vez, estaba acelerada.
-
Pasa –la dije sonriendo- ¿quieres algo? ¿una tila? te
veo alterada.
-
Sí, verás –tragó saliva- sé que esto es difícil porque
se vuestra historia y lo que él te hizo pero…
Esto no me estaba sonando muy bien. Ella hizo una pausa
antes de continuar, estaba realmente nerviosa.
-
Zayn volvió a casa y a los pocos minutos no sé que le
pasó y salió otra vez. No estaba normal, parecía muy enfadado. Le pregunté
donde iba y ni siquiera contestó. Salió pegando un portazo y yo fui detrás, me
preocupó, entonces le vi corriendo hacia abajo, pero no sé donde y no pude
seguirle. ¿Tú no sabrás donde está?
Me quede pensativa, no creo que fuese tan importante, a lo
mejor había pasado algo con un amigo y necesitaba estar solo, o quizás con su
padre.
-
Lo siento, no tengo idea –contesté haciendo una mueca.
-
Claro –dijo bajando la cabeza- por favor, si se te
ocurre algún sitio donde pueda estar o por qué le pasó eso dímelo.
-
Sí, no se preocupe, seguro estará bien –la sonreí
intentando tranquilizarla y se fue.
Decidí dar un paseo y de paso a lo mejor le veía.
Agarré otra vez mi chaqueta, ahora junto a unos guantes y
una bufanda ya que hacía mucho frío y salí de casa.
Empecé a caminar calle abajo sumergida en mis pensamientos,
bueno, en mi único pensamiento, Zayn.
En realidad no quería verle pero su madre había puesto la
situación tan mal que no podía evitar preocuparme aunque no quisiera.
Miré el móvil, llevaba una media hora fuera de casa y ya no
podía sentir mis manos ni pies a pesar de llevar ambos tapados así que volví a
casa.
Estaba en la entrada quitándome el guante de la mano para
poder abrir la puerta.
-
Hola –dijo una voz a mi espalda, que a pesar de ser
conocida me hizo dar un pequeño bote.
-
¡Joder! –exclamé girándome y viendo a ese chico,
difícilmente por la oscuridad, que había estado buscando, a penas a un par de
metros de mí. Sonrió levemente.
-
Me gustaría hablar contigo –dijo.
-
Pasa –contesté. Seguía enfadada pero también quería
saber lo que le había pasado.
Abrí la puerta y dejé la chaqueta, bufanda y guantes en la
entrada pasando después a subir un poco la calefacción ya que hacía mucho frío.
Zayn llegó al salón detrás de mío.
-
Zayn, estás sangrando –dije viendo como caía un poco de
sangre de su nariz.
Parecía no haberlo notado. Se tocó con una mano y lo miró.
-
No es nada –dijo mientras yo ya iba a por papel.
-
Toma –dije dándoselo. Se sentó en el sofá y yo a su
lado.
Lo puso sobre su nariz.
-
Debes echar la cabeza hacia atrás y presionar un poco
aquí –le dije indicándole la zona superior de la nariz.
Hizo una mueca, seguramente por el sabor de la sangre al
echar la cabeza hacia atrás.
-
Se cortará antes –le dije pasando mi mano por su cabeza
obligándole a volver a inclinarla hacia atrás.
Acaricié inconscientemente su pelo antes de retirar mi mano
de su cabeza lo que le provocó un pequeño escalofrío que pude sentir al ver su
piel erizarse. Posó su mirada en la mía y como siempre me perdí en sus ojos.
-
Lo siento –dijo dejándome desconcertada.
-
¿Qué?
-
Siento no haber estado aquí cuando lo necesitabas.
Me quedé realmente bloqueada, ¿a qué venía eso así de
repente?
Entonces lo vi, en su pómulo tenía una marca, leve aún. Pasé
mi mano por allí e hice una leve presión viendo como se quejaba. Fruncí el
entrecejo y él elevó una de sus manos para acariciar mi mejilla intentando
relajarme.
-
Zayn ¿qué es esto? –dije agarrando su mano y viendo pequeñas
heridas en sus nudillos haciendo que me alterase.
askjfhdjfadljklasjd Pero qué le han hecho a mi Zayn por dios? Ok, se me hará eterna la espera, como siempre, pero cuando lea el capi, como será tan increíble como todos, ya me dará igual, habrá valido la pena ;)
ResponderEliminarTe quierooooooooooooo amoooooooooor <3
oinss que monos :') me encanta! es P E R F E C T O!! Cada día me gusta mas!
ResponderEliminarñasdklfjdks me encantooo el capitulo ! :) xx
ResponderEliminarmeee gusta mee gusta me gustaaaaa!
ResponderEliminarCariño me encantó..ahora.Zayn le fue a pegar.al tío ese?? Uf...espera.el del lunes con GANAS;)
ResponderEliminarme encanta siguiente pero ya ! necesito saber que le ha pasado
ResponderEliminarSimplemente decirte... QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES!QUE LLEGUE YA EL LUNEES! ... ^__^ <33
ResponderEliminarOH JODER! ZAYN! Dios que bonito, él aparte de todo va y pega al otro cabrón. Es real mente bonito. Me encanta Paula :)
ResponderEliminarUn beso